Hemos regresado a la «arena» de la sidrería para proponer un nuevo encuentro empresarial bajo un temática troncal para el bienestar social de nuestro territorio. De absoluta y preocupante actualidad: ‘La empresa guipuzcoana ante el reto global’
Un tema tan árido de entender como apasionante de escuchar en el debate que propusimos a nuestros cuatro ponentes de lujo. A saber Eider Mendoza, Jose Poza, Isabel Busto y Jordan Saenz. Los cuatro con importantes responsabilidades, referentes en sus respectivos campos y líderes naturales del territorio.
A los cuatro les dimos las siguientes coordenadas para lanzar el debate. Conociendo el contexto macro de las tensiones geopolíticas y el tablero competitivo global, aterrizar el debate en lo local y ceñirlo a lo que cada uno conoce bien por su responsabilidad/experiencia profesional. Que es mucho.
El contexto que se les ofreció fue el siguiente:
En última encuesta de coyuntura de Adegi a las empresas del territorio, se observaba una desaceleración del crecimiento inducido principalmente por la crisis europea y fundamentalmente de Alemania, que ya se señala que se encuentra en recesión, y con las dificultades del sector de automoción que anuncia cierre de plantas en varios países.
Siguiendo además el diagnóstico del Informe Draghi, buena parte de estos problemas proceden de una Europa ultra-reguladora, que además se ha equivocado estableciendo unos objetivos y medidas que parecen distantes de la demanda del mercado. Una Europa que quizás por primera vez, se encuentra alejada tecnológicamente de EEUU y China.
En un entorno que cambia con inusitada rapidez y donde la agilidad es un valor en alza, vemos que Europa no solo es poco dinámica y flexible para adaptarse a los cambios sino que además es cada vez más reguladora e intervencionista, desde los vehículos hasta la IA, y bombea colesterol del malo en cascada a todas las administraciones y al tejido productivo.
Por ello, la primera de las cuestiones que hacemos es si las empresas y administraciones europeas estamos respondiendo adecuadamente a este desafío que plantean las nuevas tecnologías en el nuevo tablero geopolítico; y en su caso, como deberíamos responder, desde las administraciones y desde la innovación y el mercado;
¿Podríamos estar frenando nuestro propio desarrollo económico debido a un exceso de intervencionismo y burocracia?
La segunda cuestión que nos surge tiene que ver con la actuación hacia este desafío global desde lo local, y entramos en la cuestión del arraigo empresarial. Por una parte, el reto es tan mayúsculo y si hablamos de EEUU y China, sus mercados son tan grandes y se encuentran tan integrados frente al fragmentado europeo que parece absolutamente necesario ganar escala para tener suficiente musculo inversor, lo que es muy difícil de obtener desde una visión local. Pero por otra parte, mantener una capacidad de decisión efectiva en el territorio permite un nivel de bienestar social y poder seguir invirtiendo en los factores de desarrollo que lo mantengan en el futuro.
La gran cuestión es cómo combinar ambos elementos. Y si se puede ‘poner puertas al campo’, como se suele decir:
¿Es posible evitar que fondos de inversión foráneos compren nuestras empresas? ¿Cuál es el punto de equilibrio entre atraer inversión extranjera y no perder el arraigo de nuestras empresas y su centro de decisión?.
Y en tercer lugar, y creo que relacionada con las dos anteriores, tiene que ver con la forma de promover el espíritu, la actitud, las aptitudes, los valores de la persona EMPRENDEDORA, en una sociedad rica como la nuestra donde la ‘necesidad’ ha desaparecido y los valores son hoy muy diferentes de los de las generaciones anteriores. Porque desde el emprendimiento se da respuesta al arraigo y dado que estas nuevas empresas nacen globales y digitales pueden responder al primero de los retos: Por tanto:
¿Cómo podemos facilitar la creación de empresas con impacto global?
Se produjo un debate super interesante, con mucho nervio, cercano y amable. Muchos aspectos de acuerdo pero también otros en los que la discrepancia muchas veces tenía que ver con un aspecto de ser pesimista o no con los datos que vamos conociendo sobre como encaramos como sociedad el desafío de la redefinición de la economía, el comercio y la geopolítica que la globalidad nos impone. Y si la debilidad europea ante la tenaza USA y CHINA nos puede terminar asfixiando.
Dicho esto, la sensación una vez más fue que hemos recogido los frutos que nos concede haber creado un lazo auténtico, una sensación de comunidad en torno a personas emprendedoras que aprenden y pelean por sus empresas cada día. A modo de nuestro singular estilo de networking a la guipuzcoana.
Conviene recordar también el porqué de estos encuentros. Lo contábamos brevemente en este post donde reseñaba la celebración del primer encuentro #AupaGu. En pocas palabras, obedece a una de nuestras principales palancas de acción: “Crear comunidad aportando valor a sus integrantes es nuestra obsesión. Hacerlo de un modo creativo una obligación.
Y si tenéis mas curiosidad y disponéis de tres minutos, se entiende mejor lo que es #AupaGu en este video especial que grabamos hace unos años.