En el verano de este año que finaliza, la Universidad de Deusto nos dió a conocer (Adegi) una innovadora iniciativa en materia de formación, relativa a su propuesta de valor en el desarrollo y entrenamiento de competencias emprendedoras. Básicamente focalizada en el objetivo de formar profesionales capaces de concebir y liderar proyectos empresariales innovadores que contribuyan al desarrollo y competitividad del tejido empresarial.
El Máster Dual en Emprendimiento en Acción es por tanto el Título Propio que la Universidad de Deusto ha concebido para esta misión y que ha echado a andar el pasado de Septiembre. Donde han querido hacer las cosas de modo diferente.
Deusto lo define así: “Un Máster es Dual cuando existe un compromiso profundo, real y ejecutable, entre la Universidad, las empresas y las instituciones para co-diseñar e implementar juntos un proceso de aprendizaje diferente.
Es un modelo basado en la alternancia. Alternancia de espacios (en la empresa y en la Universidad), alternancia de metodologías de aprendizaje (la conceptualización y la puesta en práctica se unen a través de retos empresariales reales), alternancia en el perfil de los profesores-facilitadores (expertos académicos y expertos de la empresa).
En un Máster Dual se adquieren las competencias integrando en el proceso de aprendizaje, simultáneamente, estudio y trabajo. A través de un proceso colaborativo en el que los participantes han de abordar proyectos reales presentados por las empresas para los que deberán dar una propuesta concreta.”
Para ello han captado una serie de empresas tractoras e innovadoras que han entendido que el propósito de este Máster era una oportunidad para abordar proyectos de intraemprendimiento propios, donde los alumnos abordasen el reto de diseñarles una solución (Innovación Abierta) utilizando metodologías de “design thinking”, “lean startup”…en un proceso donde la investigación, uso de la empatía y creatividad son críticos.
Una fórmula por tanto donde todos ganan. Las empresas porque abordan procesos de innovación que de otra forma se les quedaban postergados “sinedie” y los alumnos del máster porque enfrentan retos reales en los que ponen todo su potencial para llegar a soluciones donde aprenden haciendo. Conectan oportunidades y capacidades. Retos y talento.
Con estos objetivos que precisamente nos daba a conocer Isabel Fernandez, coordinadora lider del programa, en su apasionada defensa de este proyecto, era imposible decir que no a su invitación a participar como “facilitador”. Literalmente nos enamoramos de la iniciativa por su objetivo y metodologías, y el absoluto alineamiento de propósito con la misión de nuestro foro de emprendedores.
Isabel quería de nosotros (personalizandolo en un servidor) que participásemos en el reto propuesto por Tecnalia Ventures. Esta división de Tecnalia Research & Innovation trabaja en sistematizar la unión virtuosa de los “Minds (investigadores/científicos) con el Management (Talento emprendedor con habilidades directivas y de negocio) y el Money (levantar dinero inversor de riesgo para crecimiento) para la creación y lanzamiento de “spinoffs que aporten soluciones tecnológicas “deep tech” que resuelven problemas de mercado en el ámbito B2B.
La dificultad estriba en que la creación de esos equipos no es en absoluto sencilla. Ni a nivel interno, puesto que no es evidente que un investigador se perciba dotado de skills emprendedoras ni que le motive asumir más riesgos que los propios del reto científico a resolver. Ni siquiera con la construcción de un equipo promotor donde se deberá acoplar una o varias incorporaciones de perfiles emprendedores con contrastadas capacidades de habilidades de liderazgo directivo de negocio y desarrollo de producto. Consolidando un modelo de negocio que deberá transitar de la experimentación de creación de la startup superando todos y cada uno de los desafíos iniciales a convertirse en una empresa consolidada en el medio/largo plazo.
Mi papel como facilitador contratado por la Universidad residíar por tanto en mi capacidad para entender perfectamente el reto planteado por Tecnalia Ventures, y sobre él, generar dinámicas colaborativas y de trabajo en equipo con los participantes (16) del máster usando las metodologías elegidas por la Universidad. A lo que debería de añadir claves de mi conocimiento del ecosistema emprendedor vasco y sus personas. Y por último, y más difícil todavía, inspirar a los participantes con historias de emprendimiento con impacto.
La experiencia de estos cuatro días con los alumnos ha sido espectacular. Me he descubierto capaz (glupsss) de provocar dinámicas de discusión productivas donde la interacción a través de la conversación y la formulación de las preguntas pertinentes han sido la llave para identificar los “drivers” y costes de oportunidad sobre los cuales diseñar la solución/propuesta de valor adecuada al reto de Tecnalia Ventures.
Y lo hemos hecho sobre la base de algunas ideas fuerza que caracterizan al ecosistema vasco de emprendimiento y el adn de los emprendedores. Donde hemos añadido una experiencia de contraste: El ecosistema de emprendimiento holandés como “best practise” para profundizar en lo importante (estrategia público privada integradora, colaborativa, atractiva y transparente) y así ponderar lo propio.
Terminamos en todo caso este lunes pasado en las instalaciones de Tecnalia asistiendo al pitch de cada uno de los grupos con su presentación de la solución diseñada al reto. El ejercicio terminaba con el feedback valorativo ofrecido por los responsables del reto: Asier Rufino, Germán Lasa y Mikel de Tecnalia Ventures, así como de Isabel Fernández (coordinadora del Master) y el mío propio.
Ese pitch y la memoria final de su trabajo será lo evaluemos en breve (antes lo hicimos con el propio proceso de ideación) y todo ello será una magnifícia experiencia de aprendizaje para todos nosotros. Alumnos y stakeholders.
En mi corazón quedáis: Lucía, Laura, Ainhoa, Aitziber, Roberta, Jon Ander, Richard, Javi Zubiria, Javi Perea, Daniella, Ximena, Gonzalo, Aitor, Alex y Josu. Y por supuesto Janire Gordon (coordinadora) y todo el equipo de facilitadores con el que he podido trabajar.
Os deseo la mejor de las suertes. La merecéis.