Taller Mesa redonda: Universidad y Emprendimiento: ¿Una relación productiva?

Taller Universidad y EmprendimientoPunto de partida. Ideas fuerza que motivan organicemos esta mesa redonda: Decíamos en nuestra Propuesta Abierta para el desarrollo de una Gipuzkoa emprendedora:

i) «En los informes GEM de los últimos años la educación se destaca, de modo constante, como un freno para el desarrollo de una sociedad emprendedora».

ii) «Según el estudio sobre el perfil emprendedor de los universitarios guipuzcoanos (UPV 2007) la mayoría de los encuestados consideraban que tienen una preparación baja o muy baja y tan sólo un porcentaje reducido considera que tiene una preparación alta o muy alta”. El aspecto mejor considerado en su formación es el de los conocimientos, mientras que el peor es el de la experiencia». 

iii) «Es fundamental que la Universidad promueva la educación interactiva y experiencial, con prácticas, centrada en los valores del esfuerzo, la dedicación, que desarrolle la tolerancia a la incertidumbre y al fracaso. Se debería además potenciar el impulso de la transferencia de la tecnología resultante de la investigación en la Universidad, y vincularla a resultados, de modo que generen conocimiento y riqueza en las empresas innovadoras del territorio. En coherencia, debemos incrementar la relación de las universidades con las redes de empresarios y emprendedores…alentando la realización de trabajos conjuntos de estudiantes de gestión empresarial con estudiantes de enseñanza técnicas». 

Este es el contexto. Y actuar en consecuencia lo responsable. Así que nos pusimos en contacto con responsables de las cuatro universidades referencia en el territorio de Gipuzkoa. Con un objetivo: Explorar posibles líneas concretas de colaboración, empatizando sobre nuestras respectivas realidades y necesidades… En definitiva, reconocernos como compañeros de viaje con un horizonte común. Acordamos que hacerlo era posible y nos mostramos dispuestos a ensayarlo.  Por la vía de los hechos (que aún pequeños y humildes) son los que conceden credibilidad. Así que organizar una mesa redonda sobre Universidad y Emprendimiento nos parecía una forma óptima de comenzar. De conocernos mejor. Porque aquí todos y todas tenemos deberes por hacer. Y hablando de deberes, nuestros interlocutores nos propusieron la participación en la dinámica de los principales agentes del ecosistema emprendedor guipuzcoano – habituales colaboradores de los centros universitarios – como son Bic Berrilan, Fomento San Sebastián y la propia Diputación Foral de Gipuzkoa. Así la mesa redonda nos quedó de la siguiente manera:

i) Por la Universidad de Deusto: Tontxu Campos (Director Innovación y Emprendimiento) e Isabel Fernandez (Programa Innovandis) ii) Por la Universidad de Mondragón: Mikel Mesonero (Coordinador académico)  iii) Por la Universidad de Tecnun: Javier Ganuza (Dtor de Servicios y Relaciones Internacionales) iv) Por la U.P.V.Eduardo Malagón (Subdirector de Calidad e Innovación de la facultad de Empresariales)

Complementaron la mesa Laura Espín y Ainhoa Aizpuru por parte de Bic Berrilan, Iñigo Olaizola por parte de Fomento San Sebastián y Joseba Amondarain por parte de la Diputación Foral de Guipuzkoa.

He de reconocer que no se lo pusimos fácil. Queríamos un formato «dinámico y rápido», centrado en lo que cada Universidad estaba haciendo en relación a programas de mejora de la cultura emprendedora. Una suerte de «pitch elevator», que  no iba a permitir (no era el objeto) ahondar y profundizar. Nuestro objetivo era humilde en ese aspecto. La ambición sin embargo iba más por crear esos «contextos de crítica constructiva y confianza mutua» que aportan claves de trabajo común.

Y sinceramente, creo que lo conseguimos. Sin buenismos estériles, chocamos cuando tuvimos que hacerlo. Fundamentalmente en torno a la percepción de este Foro sobre el  papel que la universidad viene haciendo a la hora de fomentar actitudes y comportamientos emprendedores de sus estudiantes. Pero también con autocrítica, derivada de escuchar a los representantes de las universidades, contarnos experiencias docentes, programas, prácticas y convenios de colaboración que no conocíamos. En buena medida por que la exigencia del día a día en las empresas, así como los esfuerzos en procesar la sobreoferta de información existente  (economía de la atención) en temáticas sobre las que hay que estar informado, tampoco ayuda para estar al tanto de las «oportunidades y líneas de trabajo» emprendidas por la universidad en relación a sus estudiantes y egresados. A este respecto una reflexión personal: «La web social, la red…son canales de comunicación  magníficos, pero del todo insuficientes para basar en ellos toda tu estrategia de comunicación e interacción con tus stakeholders. Nada sustituye al diálogo directo y la voluntad de entenderse mirándose a los ojos».

Sin entrar a todo lo que la dinámica dió de sí (alargaría en exceso este post), sólo voy a incidir brevemente en los escollos y dificultades principales detectadas en la charla y algunas reflexiones al respecto. En genérico, sin valorar que tal o cual cosa le pasa a una universidad y no a otra y viceversa. A ver si lo consigo:

1.- «Hacer al alumno protagonista en su formación» y superar el esquema de impartición de clase unidireccional es una idea de trabajo asumida e interiorizada por los centros universitarios. Sin embargo (en sus palabras) «es difícil y complejo llevarla a cabo». Por limitaciones de las estructuras docentes y también en buena parte por imperativo de los propios alumnos. Es más cómodo llegar a clase y dejar que sea el profesor quien se «ocupe de todo».

2.- Es de perogrullo, pero no decimos que todos los alumnos y alumnas universitarias tienen que ser emprendedores, si entendemos la acción de emprender únicamente como constituir una empresa o trabajar por cuenta propia. Entendemos y defendemos el emprendimiento como actitud vital, y como tal, ésta se contagia e inocula cuando existen comunidades que las estimulan y comparten. En las empresas, en el mundo de la cultura, en nuestra sociedad en definitiva hacen falta personas creativas, innovadoras, transformadoras… La actitud emprendedora es básica para construir ese tipo de personas.

3.- Nuestra reflexión colectiva como Foro nos lleva a pensar (y creemos que es compartido) que las universidades que son capaces de implantar sistemas meritocráticos e innovadores en sus sistemas de docencia, que son valientes a la hora de priorizar el compromiso con las mejores prácticas de aprendizaje y generación de talento, – frente a un sistema de estructura docente que prima el confort de un profesorado acomodado en lo magistral, seguidista del hasta ahora siempre se ha hecho así -, es la Universidad que necesitamos y del futuro! En definitiva, aquella universidad que elige la senda de la mediocridad (endogamia y provincianismo) está condenando a sus estudiantes y a la sociedad a la que sirven a ser tan mediocres como ellas.

4.- Defender el corporativismo es natural y humano. A todos nos afecta. Sin embargo el gran reto es impulsar una sociedad que promueva una cultura emprendedora, donde la universidad aporte dos outputs principales: personas bien formadas y un conocimiento capaz de impulsar mayor actividad económica. Para ello la llamada «triple hélice»: universidad, empresas y administración tiene que funcionar. Perserverar en la idea de que la Universidad sea palanca de transformación y sostenibilidad de nuestro tejido empresarial y productivo. La gran misión.

Me dejo unas cuantas cosas por contar. Para otra ocasión, quizás. Termino, no sin antes agradecer a nuestros invitados su participación en el taller, y sobre todo por la predisposición mostrada en encontrar fórmulas de colaboración en las que ganemos todos. Es algo estratégico para la propia Adegi. En coherencia nos hemos comprometido con un plan de acción. Sabemos como hacerlo y no hemos hecho más que empezar.