#MentoringColectivo “Escuela de Emprendedores: ¿“Que nos preocupa en la gestión de las personas»?

#MentoringColectivo “Escuela de Emprendedores: ¿“Que nos preocupa en la gestión de las personas»?

Taller Gestion PersonasSéptimo taller de nuestro seriado “Escuela de Emprendedores: Itinerario de formación y contraste. Turno para los especialistas en “gestión de personas”. Los promotores y promotoras de nuevas empresas son más sensibles que nunca a acompañarse de personas con talentos y actitudes que generen equipos con visión compartida, resilientes ante la adversidad y flexibles y optimistas ante los retos planteados. ¡Mucha enjundia!.

Lo que queremos ya lo sabemos, pero, ¿sabemos reclutar y atraer a esas personas que buscamos?. Y sobre todo, ¿sabemos fidelizarlas participando en la evolución y resultados de la empresa?. Con estas preguntas muy presentes, Maite Villafruela (DeTalent) y Javier Echave (IeTeam) diseñaron un taller para trabajar en clave de mentoring colectivo nuestras experiencias al respecto. Fundamentalmente para enriquecerlas con otras, contrastarlas con buenas prácticas existentes y a fin de cuentas llevarnos un par de buenas ideas para procesar y poner en marcha.

Maite es una profesional con larga trayectoria en el mundo de los rr.hh trabajando en compañías como Decatlhon y después por su cuenta con su actual empresa Detalent donde se ha especializado en la metodología del coaching con enfoque en el desarrollo de las personas y los equipos en las organizaciones.

Maite se centró fundamentalmente en la cultura y valores de la empresa, a través de las habilidades de comunicación que todo líder de proyecto debe entrenar y a la postre dominar.  Así, la idea fuerza planteada es que:

1.- El proyecto es entendido por todas las personas implicadas en él. Está verbalizado y hay una visión compartida de lo que es y hacia donde quiere evolucionar. Despejar las incógnitas “QUÉ” (estrategia, objetivos y actividades) y “CÓMO” (cultura, valores, y los comportamientos) sobre los que pivota el proyecto. Porque son precisamente el QUÉ y el CÓMO lo que va a dar el sentido y la coherencia como hoja de ruta hacia los resultados.

2.- Cuando una organización se caracteriza por tener una cultura fuerte, los comportamientos de las personas son predecibles. La toma de decisión es eficiente y rápida.

3.- Una cultura fuerte y bien asentada la hace posible un buen piloto. El lider. Ese tipo de liderazgo que sabe rodearse de gente mejor que él, que complementa y facilita. Y sobre todo que deja crecer a las personas de su equipo.

4.- Las habilidades de ese líder en comunicar “aguas abajo” son clave. Entrenarse en adquirir las destrezas necesarias  para hacerlo es crítico.

Javier Echave, licenciado en psicología de empresa, desarrolló su primera etapa profesional en la agencia Human ocupándose de procesos de reclutamiento y selección de personal para empresas, para a la postre cofundar IeTeam, su propia agencia de consultoría estratégica.

Javier completó la parte trabajada por Maite para centrarse en los cinco procesos clave que desde su experiencia marcan la diferencia en la gestión de las personas en las empresas:

1.- La cultura de la empresa en tanto en cuanto es un sistema reconocible de valores compartidos por sus integrantes. Es lo que provoca un sentido de pertenencia y cuando la cultura es fuerte sus integrantes se reconocen en ella.

2.- La estrategia de selección de personas en la empresa. Conocerse como líder y promotor del proyecto es fundamental para definir nuestra estrategia a la hora de marcar un camino de desarrollo del proyecto y la contratación de las personas necesarias para hacerlo evolucionar. Identificar nuestras debilidades y carencias y tratar de complementarlas con una buena selección de personal que comparta los valores troncales que hemos definido como básicos para el crecimiento del proyecto. Coherencia.

3.- Formación y desarrollo del equipo. El aprendizaje continuo y permanente no es una opción. Es intrínseco a la evolución del proyecto. Éste crece cuando crecen las personas que forman parte de él. Debemos de crear las oportunidades y facilitar se establezca un cauce para que el conocimiento fluya en los equipos.

4.- A más Comunicación, más compromiso, más motivación y más  sentido de pertenencia. No es lo mismo comunicar que informar. Comunicar es de abajo arriba y de arriba a abajo. Es importante informar sobre la marcha y la evolución de la empresa con indicadores relevantes. La información debe ser periódica, estructurada, bidireccional y multicanal si puede ser.

5.- Fidelizar vs retener el talento. Uno de los retos principales de las empresas es fidelizar a las personas, a los equipos que funcionan. No vamos a hablar de “retener” porque parece que indica que es algo que se hace “a base de dinero y premios” y en contra de la voluntad de la persona. El concepto fidelizar es más de intangibles, emocional. De participación en un proyecto compartido donde de modo transparente participamos en la toma de decisiones, en la estrategia y en los resultados de la empresa. En la proporción que la propiedad haya adoptado escuchando a las personas que forman parte de él. Tan complicado como  apasionante de abordar.

Como siempre, la conversación generada alrededor de estas ideas, bien conocidas por otra parte por todos/as nosotros/as como parte de una generación interesada en crear una nueva cultura de empresa,  fué lo más interesante. Conocer y compartir lo que nos está funcionando así como todo aquello que no estamos siendo capaces de abordar por dificultades y limitaciones estructurales, ayuda y nos reafirma en el camino.

Os dejo el video resumen del taller:

Maite Villafruela: El coaching como opción de emprendimiento

«Con 43 años, tras 18 intensos años de trabajo en una multinacional entendí que había llegado el momento de afrontar un cambio profundo en mi vida. Realizar un proceso de coaching fué determinante para decidirme a emprender una nueva aventura profesional creando mi propia empresa Detalent«.

Maite Villafruela (Donostia, 1966) decidió en el 2008 que iba a empezar de nuevo. Una nueva etapa vital que estuviese alineada con sus afectos y prioridades en la vida, a la vez que su pasión de  trabajar con personas. Un cambio con fuertes implicaciones emocionales que iba más allá  de lo meramente profesional. En realidad siempre tuvo más o menos claro que un día haría su propio emprendimiento fundando una empresa. Cosas de haber nacido en un hogar cuyo padre, empresario, había creado una pyme familiar. Aprendió directamente de él y de su ejemplo lo que suponía gestionar una empresa con empleados, la enorme dedicación, esfuerzo y sacrificio…pero también las satisfacciones que ello daba cuando lo que hacías es justo lo que amabas y además era rentable!.

Así que cuando le llegó el momento de elegir la carrera no se lo pensó mucho. Empresariales en la Universidad de Deusto (La Este) de Donostia. Maite recuerda: «estudié lo justo para sacar la carrera, me divertí todo lo que pude y además disfruté mucho jugando varios años la liga nacional de balonmano con el club (mítico) Bidebieta Corteblanco«. Esta experiencia deportiva tuvo dos vertientes beneficiosas además. Como complemento perfecto en su crecimiento personal por aprendizaje de valores propios del deporte, como son la tenacidad, constancia, disciplina, capacidad de sufrimiento. liderazgo.., y una segunda que descubrió más tarde. El valor percibido que esa experiencia de Maite tenía para la multinacional que le iba a contratar unos años más tarde. «La conexión de los puntos», ¿os suena verdad?

Al acabar la carrera decidió irse a San Diego (U.S.A) a estudiar inglés. «Allí aprendí a buscarme la vida y saber lo que era vivir lejos de mis referentes, familia y amigos. Y además tuve mi primera experiencia como empresaria ganando dinero: Haciendo tortillas de patata y vendiéndoselas a compañeros del Campus Universitario». ¡¡Tiene gracia!!

Ya en casa, año 1991, se presentó a una oferta de trabajo que sería un hecho nuclear en su vida. Trabajar para Decatlhon. Se preparó en la tienda de Toulouse (Francia) para estar lista para abrir la primera tienda de la multinacional en España. En la Barcelona pre-olímpica. A partir de esta primera experiencia, su proyección y crecimiento profesional en la empresa fué escalonadamente incesante, hasta que la alta dirección le ofreció la responsabilidad de integrarse en la central de Madrid como Directora del Departamento de RR.HH y Formación de Decatlhon España.

Mientras todo eso sucedía,  Maite se casó y tuvo dos hijos. Su propia familia, elemento troncal de su vida, junto con el resto de familia y amigos de siempre. Lazos fundamentales, que según narra Maite: «Los echaba de  menos como consecuencia de vivir en un continuo puente aéreo Madrid-Donostia y me sentía infeliz porque no podía disfrutarlos desde la cercanía, la cotidaniedad de estar «piel con piel» en mi casa con ellos…Es entonces cuando decidí realizar un proceso de coaching que acabaría cambiando mi vida. Fué el catalizador de todas mis inquietudes y deseos interiores. Tanto es así, que ví con meridiana claridad que es lo que yo quería hacer, mi proyecto, mi oportunidad de crear una empresa primero formándome como coach e incorporando toda mi experiencia profesional anterior como responsable de un departamento de RR.HH de una multinacional como Decatlhon».

Así en el 2008 creó Detalent. Para dedicarse a trabajar fundamentalmente el cambio de las personas dentro de las organizaciones y equipos, el liderazgo, la gestión del talento, la formación. Y apostó por trabajar en red, desde lo pequeño en cooperación, co-creando nodos de colaboración entre sus muchos contactos (todo lo acumulado en su larga trayectoria profesional). Y la apuesta ha salido y está saliendo muy bién. Maite está contenta, a pesar de sus miedos iniciales, incluso actuales, puesto que como dice: «era una apuesta no exenta de riesgo, tenía un buen puesto de trabajo, buen sueldo…pero entendí que había llegado mi oportunidad de emprender y hacer lo que desde niña había deseado. Tener mi propia empresa. Para lo bueno y para lo malo.» Curioso esto, puesto que todo el circulo más íntimo y cercano de Maite son empresarios y autónomos dueños de sus propios negocios Lo son sus dos hermanos y sus mejores amigas, así que dispone de toda la complicidad del mundo para combatir eso que venimos a llamar «el síndrome del llanero solitario».

Huelga decir que cuando comunicó la decisión de dejar el trabajo y crear su propia empresa, en su casa lo primero que le dijeron es «Ya era hora de que te decidieras, hija»! Y esa es la sensación que le queda a Maite, que tenía que haberlo hecho antes. Al menos 5 o 8 años antes. Aunque ahora es fácil decirlo. Cuando Maite habla de la superación de sus miedos, los propios en una persona de 43 años, madre de dos hijos y que va a arriesgar un capital, es clara: «Eso estaba dentro del Plan de Acción que firmé conmigo misma con el proceso de coaching. Creía firmemente en lo que estaba haciendo y tenía que actuar». Se olvidó de pedir ayudas a la administración para empezar, y puso el foco, toda la atención en su fuerza comercial. En hacer clientes. Y vaya si lo consiguió.

Una última cosa. Nuestro reconocimiento Maite, por lo que nos has ayudado cuando hizo falta, a las personas que conformamos el grupo del Foro de Emprendedores de Adegi. Nos pasó algo fantástico, ¿verdad?. Arriesgamos en un tema de opinión, de posicionamiento, difícil y candente, que provocó algunos «daños colaterales» en forma de desacuerdos internos. Lo que podría llamarse una «crisis de identidad» como grupo. Producto de nuestra propia pluralidad. Supimos gestionar las divergencias, potenciar lo que nos unía y en ese proceso fué determinante tu ayuda. Gracias por conducir y dinamizar aquellos dos talleres de Identidad y Objetivos.

Aquí os dejo el video muy resumido de la entrevista a Maite. Os invito a que la conozcáis mejor. Una gran persona.

Taller «Identidad»

En nuestro ánimo por trabajar todo aquello que nos hace crecer como grupo en torno a nuestros proyectos de emprendizaje, tocaba explorar nuestra pluralidad como grupo, hacer un ejercicio de «mirar para dentro» con el objeto de reconocernos en lo que nos unía y lo que nos separaba.  Estábamos todos de acuerdo en que hasta la fecha habíamos realizado un breve, intenso y productivo camino hasta aquí, con interesante hitos y tocaba reflexionar en torno a preguntas identitarias y de objetivos como grupo. En definitiva si todos compartíamos la misma «visión» estratégica del Foro.

Para ello teníamos un as en la manga. Contábamos entre nosotros con Maite Villafruela, coach experta en desarrollo organizacional y liderazgo, así que no teníamos excusa. Teníamos la determinación y la persona que nos iba a guiar en esa deseada reflexión. El formato elegido, un Worka en el que responder a tres sencillas preguntas:

1.- ¿Que es para tí el Foro de Emprendedores ?

2.- ¿ Para qué estás en el Foro? ¿ Que esperas de él ?

3.- ¿ Cómo vamos a trabajar en adelante?

El resultado. Un bonito ejercicio de reflexión plural, que demostró diferentes enfoques y visiones, fundamentalmente en la estrategia a desarrollar, pero que afianzó un denominador común en torno a estas ideas de identidad.

1.- Grupo de alto potencial por ser innovador, multidisciplinar y flexible que está unido a una asociación de empresarios ya consolidados (Adegi). Un lugar donde poder compartir  nuestras experiencias, dudas, problemas y éxitos con personas que tienen problemas parecidos a los míos por su condición de emprendedores/as.

2.- El foro nos da aprendizaje y formación “en base real” de otros emprendedores (éxitos y fracasos). Variedad de experiencias y nivel de participación“en base real” de empresas consolidadas, de áreas de conocimiento que tiene Adegi dentro de su organización. Nos aporta también una visibilidad que deseamos. Al Foro le damos nuestro conocimiento/experiencias de gran valor para el resto de emprendedores y con ello posibilitamos que Adegi conozca «en primera persona» los problemas de los emprendedores y pueda acompañarlos mejor.

Aportamos también “frescura” a la organización: nuestra visión esperanzadora, cercana y optimista para la consecución de nuevos tipos/modelos de empresa, más abierta y humana. Ofrecemos nuestra capacidad e implicación para poder trabajar conjuntamente con empresas y profesionales «tractores» de Adegi en grupos de trabajo sobre temáticas que sean de interés para todos.

3.- El Foro debería de tener la suficiente entidad y cuerpo como para convertirse en un referente de la cultura emprendedora, y realizar dinámicas y colaboraciones proactivas con  los agentes principales del emprendimiento en Gipuzkoa y porqué no, en el resto del Estado. Deberíamos ser «tractores» en la transmisión de la cultura emprendedora en los colegios y universidades y colaborar activamente con éstos y la administración. E internamente continuar desarrollando talleres sobre temáticas que nos preocupan, fundamentalmente seguir desarrollando nuestros modelos de negocio y sus puntos críticos compartiendo experiencias contando con emprendedores consolidados y expertos en lo que necesitamos.

Existen divergencias, claro está. Fruto de distintos estadios de madurez emprendedora y visiones sociales y políticas. Nuestro reto es integrarlas y asumirlas como algo que nos enriquece y que nos obliga a ser más empáticos y respetuosos con el otro. En una definición que pude leer recientemente a Cesar Molinas, éste decia que la diferencia entre gerentes, empresarios y emprendedores era que los primeros ejecutan un plan de negocio, los segundos añaden una visión de futuro de su empresa y los terceros añaden una visión de futuro del mundo. Efectivamente, tenemos un gran RETO  por delante!