De las sillas a los puffs de colores.

Tribuna de Paul Liceaga, Director de Asociaciones Sectoriales de Adegi

El campo de cultivo, lo que últimamente llamamos ecosistema, tierra, ubicación o clima hacen a la viña antesala de un gran vino. Sin quitar una palabra, tierra, ubicación y algunas nubes hacen a Gipuzkoa territorio de gente que hizo y hace empresa.

Hay que emprender la aventura sin preocuparnos de los nombres, Luis Martín Cabiedes, el que está considerado como uno de los inversores privados más importantes de España, refería en una entrevista a la revista emprendedores en enero de este año, que lleva 15 años haciendo lo mismo y que son otros quienes cada cuatro años ponen nombre nuevo a lo que hace.

Las empresas, no los empresarios, son jóvenes o maduras y lo mismo que los niños y los mayores, necesitan apoyos, todo esto sin distinguir claro! si estos son públicos o privados. Todo vale!, si vale.

Tenemos la tierra, tenemos la gente, pero tenemos que alimentar las ganas «tan solo» facilitando las cosas ya que a pesar de nuestra tradición empresarial tenemos todavía un ratio de emprendizaje inferior a la media estatal. Según el informe GEM del 2015, el penúltimo del estado por delante de Ceuta.

Hay que ampliar los canales, abrir el embudo por el que pasan ideas y proyectos y acompañar, acompañar con decisión pero sin que se note ni genere dependencias o protagonismos.

Hay que apoyar sin que se pierda la esencia, hay que sostener sin apalancar y eso si, hay que invertir en invertir y atraer al capital para que la idea, factible, viable y escalable se asiente y alcance las metas propuestas.

Según el citado Global Entrepreneurship Monitor para Euskadi, una de las condiciones del entorno que más obstaculiza la actividad emprendedora continua siendo la financiación sea pública o privada en las diversas etapas del proceso emprendedor. Por otra parte habría que explorar la generación de espacios de trabajo conjunto, espacios donde converge el talento, la mentorización excelente, enseñar y formar desde la infancia que hacer empresa es una aventura más de las que componen la vida y asimismo estudiar los ingredientes que hacen de algunos destinos territorios emprendedores y atractivos a la inversión, sea local o no, sea pública o no.

Como refiere Nesta, la fundación británica centrada en la innovación que a finales del año pasado publicaba el European Digital City Index 2015 y que compara el apoyo al emprendimiento digital en 35 ciudades europeas, la ubicación dónde comienzan ciertos proyectos importa, y mucho, a la hora de que puedan desarrollarse.

Mas allá de que la sillas hayan dado paso a los puff de colores, no haya paredes y si las hay se puede escribir en ellas, o la corbata haya dado paso a las camisetas con mensajes, nada impide ir a Marte desde Elgoibar, todo es empresa y a mas empresa mas empleo.