#MentoringColectivo “Escuela de Emprendedores: “La creatividad en la propuesta de valor»

Foro Emprendedores - CreatividadNoveno y último taller de nuestro seriado “Escuela de Emprendedores: Itinerario de formación y contraste. Terminamos revisando un concepto principal ya trabajado con anterioridad. La propuesta de valor. Pero en esta ocasión enfocados en cómo la construimos desde una perspectiva creativa. Ésa que nos obliga a revisar el planteamiento del reto que nos hicimos cuando empezamos buscando una solución rentable (para nosotros) a un problema o carencia que afecta a un colectivo de personas (mercado). Nuestra compañera Virginia Amilibia (Mamikin), especialista en facilitación de procesos de generación de ideas y creatividad para empresas ha sido nuestra experta mentora para abordar esta sesión de trabajo con nosotras/os en clave de #MentoringColectivo. .

Una slide representando el proceso de solución creativa de retos sirvió para arrancar la dinámica y conocer que son partes esenciales: i) La comprensión del reto (identificación objetivos, recogida de datos, y reformulación del objetivo); ii) generación de ideas (tantas como se pueda); iii) Planificación de la acción (fortalecer y seleccionar soluciones y elaborar un plan de acción). Con sus parte inicial divergente (tendemos al infinito) y final convergente (tendemos a uno). Se trata de llegar a un lugar, ese donde queremos estar con nuestra solución a un reto del mercado.

Estaremos de acuerdo que esto así escrito es necesario concretarlo, desmenuzarlo y bajarlo al suelo práctico para asegurarnos de que sabemos de que estamos hablando, ¿verdad?. Para ello, Virginia nos mostró algunas herramientas y ejercicios con los cuales practicar estos conceptos en nuestras propias carnes. Así que hicimos un breve ejercicio de brainstorming sobre un reto concreto de uno de nosotros. Que yo sepa no descubrimos la penicilina, pero además de divertirnos pudimos vislumbrar el poder de la inteligencia colectiva y pensamiento divergente procedente de las ideas que vienen de fuera de nuestros mapas mentales de paradigma de negocio.

Seguido nos adentramos en la indagación sobre nuestra Propuesta de Valor. Esa que debe aportar una solución a los consumidores (potenciales clientes) satisfaciendo sus necesidades (explícitas y latentes) porque hemos tenido en cuenta todos los factores que les afectan como son precio, novedad, calidad, conveniencia, diseño, reducción de costes…) en definitiva puro “business canvas”. Una reflexión que proponía profundizar en cada una de nuestras propuestas con metodología de proceso design thinking. Que traducido al roman paladino es construir una propuesta original, diferente y eficiente innovando con las personas a las que nos dirigimos (colaboradores y clientes). Imprescindible invertir el tiempo preciso en conocerlos, saber lo que quieren haciéndoles las preguntas correctas. ¡Empatizar! como mejor único camino para vislumbrar las respuestas que buscamos.  Muchas variables a tener en cuenta, así que el ejercicio proponía trasladarlas a un “mapa de empatía” donde, visualizarlas e interiorizarlas para diseñar nuestra mejor propuesta. Tan fácil y difícil como eso.

Acabamos este ejercicio en conversación abierta entre nosotros, con debate y en cierto modo improvisación producto de haber empujado a Virginia a abandonar su guión de trabajo para sumergirnos en dudas, frustraciones y miserias varias. Así de animados, Virginia nos propuso pasar del análisis externo al interno. Esto es. ¿pero en realidad, cómo somos como personas que lideramos un proyecto?; ¿sabemos cuales son nuestros rasgos de personalidad? ¿Conocemos nuestros patrones de comportamiento y motivadores cuando trabajamos en equipo? Y nos vimos haciendo el test llamado “El modelo tetradimensional DISC” que se caracteriza porque te ayuda a sacar conclusiones en torno a las palancas “Dominancia, Influencia, Estabilidad y Cumplimiento”. Depende hacia donde se escore más nuestra personalidad, nuestros patrones de comportamiento quedarán evidenciados. Conociéndonos mejor tendremos la posibilidad de tomar decisiones que nos ayuden a centrarnos en lo que somos buenos y acompañarnos en aquello que mostramos debilidades. Obvio, ¿no?.

Para terminar, a  modo de resumen, estos fueron los conceptos clave de la sesión:

  • La creativad se entrena y sistematiza en las organizaciones y equipos. Es buena además porque favorece los modelos participativos y la implicación de las personas en las soluciones que se buscan. A tener en cuenta las fases de divergencia (variedad, imaginación, sorpresa..) y de convergencia (hay que elegir, concretar).

  • La propuesta de valor: Se debe enfocar desde el análisis y la identificación del momento de nuestros clientes. Conectar con ellos a través del mapa de empatía e identificar como entramos en su realidad y  momento.

  • Nuestro perfil individual: Saber donde está nuestra excelencia y motivadores. En qué somos realmente buenos y como cubrimos (complementariedad) lo que nos falta. Autoconocimiento.

Los resultados del test de cada uno de nosotros ya nos lo contará Virginia con un café en otro rato. 🙂